viernes, 23 de mayo de 2014

Francesco Tonucci

Videoconferencia

¿Cómo puede ser la escuela para el mañana? Por Francesco Tonucci

En su conferencia brindada en el Parque de las Ciencias de Granada, el 13 de Febrero de 2012, Francesco Tonucci  plantea que el título de la misma esconde varios problemas.

Teniendo en cuenta que probablemente la escuela no sea buena para el mañana, difícilmente pueda ser buena para hoy. Estamos dudando de que la escuela que tenemos hoy no sea suficiente.

Muchas veces se escucha hablar de que la escuela de antes era mejor. Tonucci cuestiona esto, diciendo que lo que caracteriza a la escuela de su infancia es que era una escuela para pocos.

Los pocos que seguían en la escuela eran hijos de familias sensibles, cultas o ricas. Niños de familias que ofrecían las bases culturales a sus hijos; y esas familias enviaban a los niños a la escuela para completar la obra que habían empezado en el hogar.


Luego de  la última guerra, con la llegada de las democracias, hay un cambio profundo sobre este tema. Se afirma el derecho al estudio.


Pero el problema más profundo es que la escuela que hoy se ofrece a todos se ha quedado en una escuela para pocos, y esto genera un choque. No ha cambiado profundamente la propuesta escolar. Sigue siendo una propuesta para niños que ya saben bastante y la ofrecemos a niños que no saben nada. Necesitamos una escuela pública para niños que no tienen una familia atrás.


Esta escuela está sufriendo mucho. Antes, la familia era aliada de la escuela; hoy, los padres están asumiendo el papel de sindicalistas de sus hijos. Más allá de eso, la escuela de hoy tampoco les gusta a los maestros, ni a la sociedad.


Así plantea una escuela alternativa. Una escuela para mañana debería ser una escuela para todos, una escuela abierta a la diversidad.


Tonucci afirma que la escuela debe dar las bases culturales a los alumnos, debe ser una escuela rica de estímulos. Para que sea para todos, debe estar interesada en lo que los niños pueden aportar. Una escuela de la escucha, antes que de la propuesta. Debe ofrecer a los niños un abanico amplio de lenguajes.


Plantea que sería bueno que desaparecieran las aulas, y la escuela estuviera formada por talleres: de lectura, de música, de física, de matemática, de ciencias, etc. y los niños pasen de un taller al otro.


Tonucci sostiene que necesitamos personas felices, y este es el desafío de la escuela.

Entonces ¿Cómo podemos conseguir tener otra escuela para mañana, y par hoy? Tener un buen maestro debe ser el primer derecho del estudio de todos los niños. No es necesario modificar la escuela, sino dedicar  la formación del profesorado.


Cambiar las leyes no basta para cambiar la escuela. No se puede obligar a una escuela a cambiar, pero si se puede obligar a un maestro a ser un buen maestro.


Lo único que necesitamos es realizar una escuela de formación de profesores coherente con los principios mencionados anteriormente.

 


Escuchar o leer a Francesco Tonucci siempre es tener un espacio de reflexión. Sus palabras tan sabias y coherentes dan lugar a pensar el modo de mejorar en todos los aspectos. Espero que les pase lo mismo al leerlo, y si no, los invito a leer o escucharlo así sea un ratito, porque realmente vale la pena.



 Muchas gracias por su tiempo, y hasta la próxima entrada. 


Marina

Susana Rangel y Beatriz Ramirez

7mo. Encuentro Internacional de Educación Infantil “Arte en la Primera Infancia: debates teóricos y propuestas didácticas”

“Modelos estéticos en los medios de comunicación”

El día 11 de mayo asistí a una conferencia a cargo de Beatriz Ramirez Blankenhorst y Susana Rangel Viera da Cunha que tuvo lugar en el congreso de la OMEP (Organización Mundial para la Organización Preescolar)


De más está decir que hoy en día los medios de comunicación ocupan un lugar muy influyente en la vida de los niños.

Susana Rangel dice que muchas veces pensamos que los libros son la fuente principal de conocimientos, olvidándonos de las imágenes, los videos, los sonidos, etc. El contacto con el mundo concreto es cada vez menor en nuestras vidas.


Rangel basa su discurso en las publicidades con las que conviven los niños a diario. Explica que en ellas adultizan a los niños, dicen cómo deben ser, los incitan a consumir, y lo más peligroso es que los adultos acreditan esto.


Todas esas imágenes son producidas por el adulto, y circulan por el mundo imponiendo lo que los niños deben ser. Pero, ¿Qué es lo que no nos muestra? ¿Qué pasa con los invisibles? ¿Cómo nos relacionamos con lo diferente? A lo que Rangel se refiere con “lo diferente” es a todo aquel que no sigue los patrones preestablecidos, ya sea por opción, o por no poder seguirlo.


Continúa haciendo mención al modo en que nuestros sentidos se van modificando a partir del impacto que causan los medios de comunicación en nosotros. ¿Qué es lo lindo hoy en día? ¿Los padres controlan el tiempo que pasan los niños frente al televisor?


Da el ejemplo de una publicidad que lanza un supermercado, en la cual se premiaba a la niña que lograra parecerse más a la muñeca del momento. ¿Esto es normal? ¿Es necesario que una nena se parezca a una muñeca? ¿Para qué?


Hoy el arte es sólo una de las imágenes en el mundo de los niños. La enseñanza del mismo debe proponer un pensamiento crítico. Para esto, es necesario reflexionar, provocar cuestionamientos y promover otra educación de la mirada; una educación que logre romper con lo establecido.



Continúa hablando Beatriz Ramírez Blankenhorst, Representante artística del canal de televisión “Paka Paka”.

Comienza explicando a grandes razgos qué es Paka Paka. Cuenta que su programación está dirigida a niños de entre dos y doce años, dividida en dos franjas: una para niños de dos a cinco años, y  la otra, de seis a doce años.


Sostiene que el arte y el contenido, deben ir de la mano.


Luego explica que las ideas que los guían son: diversidad, identidad, género, inclusión, federalismo, juego y fantasía, y la mirada infantil. Ellos evitan la mirada ingenua y lavada de los niños.


Menciona que tienen en cuenta que los niños no son adultos en miniatura, y los invitan a jugar. Para esto se plantean ¿Con qué tipo de personajes quieren que se vinculen e identifiquen los niños? Entonces buscan reflejar rasgos de identidad sin seguir las modas del momento, intentando desesteriotipar; no cargan de erotismo a las niñas y evitan roles masculinos exacerbados.


Intentan acercar a los niños a la posibilidad de generar mundos de fantasía a partir de la cultura propia. Y finaliza diciendo que el equipo prioriza a los niños como ciudadanos, como sujetos de derecho, productores de cultura.



Ambas ponencias me resultaron interesantes y considero que se complementan. Por un lado, Susana Rangel mostró, mediante imágenes y su experiencia, una realidad devastadora. Por el otro, Beatriz Ramírez Blankenhorst mostró una alternativa para que la televisión no sea mala palabra, y pueda estar al alcance de los niños, incorporando el arte y una gran sensibilidad en lo que se muestra. Más allá de esto, sería bueno replantearnos el estilo de vida que llevan hoy los niños, si hay necesidad de que estén constantemente frente a un televisor, perdiendo así la posibilidad de explorar todo un mundo que se están perdiendo.


Saludos

Matina

jueves, 22 de mayo de 2014

La Chilinga

7mo. Encuentro Internacional de Educación Infantil “Arte en la Primera Infancia: debates teóricos y propuestas didácticas”


Presentación artística “La Chilinga”

La Chilinga es una escuela popular de percusión que cuenta con más de 900 alumnos; fue fundada en el año 1995 por Daniel Buira, ex baterista de Los Piojos y actual de Vicentico. Dicha escuela se  encuentra ubicada en la provincia de Buenos Aires, Córdoba, y cuenta con sedes en Martín Coronado, Florencio Varela, Saavedra, El Palomar, Lomas de Zamora, Villa General Belgrano (Córdoba); además de poseer anexos en el Centro Cultural Sábato, ECuNHI (Espacio Cultural Nuestros Hijos) y en la Universidad Nacional de Lanús, entre otros.



Los músicos de la Chilinga han participado en festivales solidarios, grabaron junto a músicos como Diego Torres, Fito Páez, Mercedes Sosa, Calle 13, Peteco Carabajal, Pedro Anzar, Kevin Johansen y Los Cafres; y dieron clases en las cárceles de Ezeiza.


Participan de la escuela adultos y jóvenes a partir de los 16 años, habiendo, para los niños de entre 6 y 16 años, una escuela denominada "La Chilinguita", en donde aprenden danzas y música.




La presentación me pareció muy dinámica, fue una experiencia nueva para mí la de ver tal despliegue basado únicamente en instrumentos de percusión, y realmente me sorprendió.

El desplazamiento de los músicos tocando por todo el auditorio generó un clima muy alegre que hizo desestructurar a los espectadores.

Una experiencia muy recomendable






Saludos

Patricia Redondo

Videoconferencia

“Nombrar a los niños, entre la retórica y la política”, Mg. Patricia Redondo

En la conferencia, Patricia Redondo plantea que por primera vez en las últimas décadas, se abre frente a nosotros en el horizonte la posibilidad cierta de achicar la brecha entre la normativa y la legislación vigente, expresadas en diferentes leyes ligadas a la protección de derechos de niños y niñas de la propia experiencia social de ser niños/as argentinos. Redondo afirma que después de 35 años ligados a la educación de la primera infancia, están frente a una oportunidad histórica de no dilatar más la resolución principal de problemas que afectan a las generaciones nuevas.


Para esto es necesario profundizar la idea de que para alojar socialmente a los nuevos, es necesario hacerlo desde una posición radical. Sostiene que es necesario instalar en la sociedad argentina un nuevo “Nunca más”.Nunca más niños pobres, nunca más familias que sobreviven cada día, nunca más niños en cautiverio bajo el servicio penitenciario nacional, nunca más niños de zonas rurales trabajando, nunca más la indigencia de los niños wichis, tobas, mapuches, o cualquiera de los pueblos originarios; nunca más niños apropiados, niños desaparecidos; nunca más niños mercantilizados, traficados; nunca más niños fallecidos por muertes evitables.


Para lo que propone producir un movimiento político, pedagógico, cultural y social. Tejer una urdimbre, un sostén que permita, frente a la adversidad, construir salidas colectivas.


Para pensar este movimiento toma las palabras de John Berger, quien nombra a un movimiento como una descripción de un gran grupo de personas que colectivamente se mueven hacia un objetivo definido, que pueden o no lograr. Pero dicha descripción no tiene en cuenta las innumerables decisiones personales, los encuentros, los sacrificios, los nuevos deseos, los pesares y las memorias que ese movimiento hace emerger.


Debemos poner sobre el tapete cómo se está construyendo en la Argentina el discurso sobre la infancia. Hace tiempo que los discursos sobre la infancia se clausuran en sí mismos y todos asentimos.


Redondo afirma que es necesario alterar nuestra posición respecto de los niños, pero antes alterar nuestra posición política respecto a las concepciones de la pobreza, la marginalidad y destrucción.


Si no discutimos nuestras representaciones sobre los grupos familiares y las comunidades, seguiremos teniendo esta escuela tachada que sigue siendo eficaz en la segregación, en la estigmatización y en la discriminación.


Habla de la importancia de entender que no debemos cargarnos de retóricas, sino abandonarlas y asumir un juicio crítico, propio, colectivo.


Afirma que aún hoy la brecha sigue siendo demasiado amplia, y se tiene que tornar insoportable para nosotros que todavía hayan niños que trabajan, que mendigan, que están en un extremo límite.


Es necesario juntar la enunciación de los derechos con la materialidad de los mismos.


Habla de la ausencia inadmisible de la educación Maternal a lo largo y ancho del país; y de un Estado ausente a nivel nacional de una regulación de la educación temprana.


Sostiene que no hay educación sin política, y no hay política dirigida a la infancia que no tenga que contemplar la distribución del reconocimiento. Luego afirma que debemos salir de la pecera y discutir en el campo de la política, en el campo de la economía, de qué se trata hoy alimentar a la niñez, y cuáles son las prácticas que podemos en nuestras comunidades tener a mano; y discutir en los consejos escolares los montos que se dirigen a los alimentos. Dice que hay que tomarse el tiempo para estudiar, que hay que disfrutar de la escritura, porque es la pintura del pensamiento.


Y finaliza la conferencia con una frase que, al menos a mí, me dejó pensando:“Si a los educadores los despojan de la escritura, nos despojan del pensamiento”


Saludos, y hasta la próxima entrada.


Marina

miércoles, 21 de mayo de 2014

Cielo Arriba

7mo. Encuentro Internacional de Educación Infantil “Arte en la Primera Infancia: debates teóricos y propuestas didácticas”


Presentación artística: “Canciones en Alpargatas” por Cielo Arriba


El día 10 de mayo se llevó a cabo en el congreso de la OMEP (Organización Mundial para la Educación Preescolar) la presentación artística del grupo “Cielo Arriba”






Es un conjunto de música para niños que basa su repertorio en canciones y ritmos folclóricos de Argentina y Latinoamérica, con el objetivo de ofrecerles un contacto con lo mejor de nuestra música tradicional, junto a creaciones de su autoría.


Fundado en el año 1993 por los integrantes:
·         Sonia Brounstein: Voz, Acordeón, Charango.
·         Jorge Gribo: Voz, Guitarra, Charango, Aerófonos, Percusión y arreglos.
Con la participación de: Astor Barrientos y Leandro Polisano


Su discografía consta de tres CDs que son “P’al Diablo” (2000); “A pura fiesta” (2004), y “Canciones en Alpargatas” (2013).





Me parece muy importante el trabajo que realiza este grupo ya que es una buena manera de acercar el folclore a los niños. Resultó muy dinámica la presentación ya que en todo momento hacen participar al público de su espectáculo, logrando que todos terminen de pie, bailando y disfrutando tanto de su música, como de ese clima alegre y distendido que generan.


 Saludos, hasta la próxima entrada

Marina

Rosa Violante, "La centralidad del juego..."

Videoconferencia

“La centralidad del juego como uno de los pilares de la educación inicial”, por Rosa Violante

La profesora Rosa Violante comienza su conferencia contando que el tema principal que abordará será la centralidad del juego en las propuestas de enseñanza del nivel inicial


Violante parte de la siguiente afirmación: “Todo es juego y nada es juego”, de Assoumou Koffy, para explicar uno de los rasgos particulares de la actividad lúdica, que es la automotivación. Esto quiere decir que, quien decide jugar siempre es el jugador. Y que cualquier situación puede convertirse en lúdica si el jugador así lo decide.


Otro rasgo de la actividad lúdica es la intersubjetividad: esto significa que el juego supone la creación de un espacio compartido en el que todos comparten una idea. Este rasgo está muy relacionado con el siguiente, que es la ficción; porque todos los jugadores, cuando entramos en el campo lúdico, sabemos que lo que es no es. Es decir, nosotros actuamos como si lo que hacemos fuese verdadero, cuando en realidad es ficcional. Entonces, la ficción, es la construcción de un marco de representación- ficción que otorga a las acciones un sentido diferente del que tienen esas mismas acciones en el marco real.


Otra nota característica del juego es el formato, que hace referencia a segmentos previsibles encadenados entre sí, que tienden a repetirse. Por ejemplo, el “Veo veo”. 


Estas notas características se ponen de manifiesto en una definición clásica:

“El juego es una acción y ocupación libre que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas. Acción que tiene fin en sí misma y va a acompañada de un sentimiento de tensión y alegría, y de la consciencia de ser de otro modo que la vida corriente”


La profesora realiza un breve recorrido histórico que tiene como protagonista al juego.

En los años ’70 diariamente había un período de juego trabajo, se jugaba en los rincones, habían momentos de juegos tradicionales, el juego siempre estaba presente.


En los años ’80, se plantea una polémica entre “el jugar por jugar” y “el jugar para”. Se criticaba el juego trabajo por ser una propuesta caracterizada por una importante direccionalidad externa en las formas de proponer las distintas alternativas en cada uno de los rincones. Entonces, si hay direccionalidad externa, no hay juego; porque el juego es libre, incierto, automotivado, etc.


Frente a esto aparece un artículo en donde se desarrollan las fundamentaciones a favor del juego trabajo, que hoy siguen siendo vigentes y se siguen utilizando en los profesorados porque dan argumentos sólidos para demostrar que el juego trabajo es una alternativa muy interesante, y una estructura didáctica que deberíamos incluir en el Nivel Inicial.

Dicho artículo plantea que el juego trabajo permite al niño elegir en un marco adecuado de elecciones, supone que el juego es vital para el niño, y va explicando cómo se puede plantear la defensa de esta postura.


En los años ’90 se realiza una conceptualización potente y superadora de la polémica anterior, y se construye el concepto del juego en el contexto escolar.

Así, se pueden presentar propuestas lúdicas diferenciándolas del juego del niño, con una intencionalidad didáctica sin que se ponga en cuestión el potencial lúdico que puede tener el juego. Porque siempre el juego en el contexto escolar adquiere rasgos particulares que lo define en ese contexto.


En el año 2000, se explica que el hecho de posicionar el juego en un lugar central no excluye la posibilidad de incorporar contenidos. De esta manera se llega a la conclusión de que lo importante es jugar.

Entiende al juego como contenido de alto valor cultural para el desarrollo cognitivo, ético, estético, motor y social.


Este breve desarrollo histórico nos permite comprender que la centralidad del juego es uno de los grandes pilares de la didáctica en la educación inicial.


Hoy, gratamente, se vuelve a ubicar el juego trabajo en un lugar central, el juego dramático es considerado una actividad de sistematización interesantísima, los juegos de construcción se están volviendo a revalorizar en propuestas diseñadas, aparecen juegos tradicionales y grupales.


Pero ¿Cómo se enseña a jugar? Si uno se posiciona en la nota característica del juego que tiene que ver con la ficción, se puede decir que se enseña a jugar cuando se propone la entrada al campo lúdico. Si uno se posiciona en la otra nota característica del juego que tiene que ver con el formato, se enseña a jugar promoviendo la realización de un formato.


Luego menciona cuáles son los juegos que deberían estar dentro de la propuesta semanal y cotidiana del Nivel Inicial. Entre ellos están: los juegos dramáticos, juegos grupales, juegos tradicionales, juegos de construcción, de conocimiento físico, y juego- trabajo.


Violante explica qué quiere decir  enseñar en clave lúdica. Es comprender que la centralidad del juego es uno de los pilares de la didáctica de la educación inicial. Implica reconocer que hay juegos que brindan oportunidades para construir conocimientos, al igual que otras actividades que no son juego. Implica recuperar las situaciones legítimamente lúdicas, y ver qué contenidos se comprometen y se pueden enriquecer y desarrollar en esos juegos. Significa que el juego tiene que estar tiñendo esa situación cotidiana. Lo que no significa que todas las actividades sean juegos.

 Finalmente, enumera los pilares de la educación inicial, que son: la educación integral; articulación y globalización; centralidad del juego; multitarea- trabajo en pequeños grupos; enseñar construyendo escenarios; experiencia directa y situaciones problemáticas; tiempos, flexibilidad; acompañante afectivo y mediador cultural; y lazos entre niños – familias – docente e institución.





Esta conferencia me pareció muy interesante ya que muchas veces observé en los jardines la ausencia del juego. Considero que estuvo muy bien organizada, explicada y ejemplificada para la comprensión y reflexión de cada uno de los espectadores. Es necesario no perder de vista cuáles son los pilares de la educación inicial en nuestra tarea diaria, para que los niños logren un aprendizaje de calidad.



Gracias, y hasta la próxima entrada


Marina

lunes, 19 de mayo de 2014

Elisabeth Burba y Chango Spasiuk

7mo. Encuentro Internacional de Educación Infantil “Arte en la Primera Infancia: debates teóricos y propuestas didácticas”


“La música popular en la escuela infantil”


Tuve el placer de asistir, el día 10 de mayo, a una conferencia a cargo de Elisabeth Burba y el Chango Spasiuk, coordinada por Claudia Soto.





Elisabeth Burba (Córdoba, Argentina) es profesora de música y licenciada en psicopedagogía; actualmente directora suplente del Conservatorio Superior de Música Félix Garzón.


Ella comienza la conferencia diciendo que el título de la mesa la lleva a pensar en tres conceptos difíciles, controvertidos, con acepciones y concepciones cambiantes a través del tiempo:

·         Lo popular, a veces usado como sinónimo de lo tradicional, también de lo popularizado, de lo folklórico. Elisabeth pregunta ¿Todo lo popular es tradicional? ¿Todo lo tradicional es popular? ¿Popular es folklórico? ¿Cuál es la acción del mercado que populariza un producto? ¿Qué reciben nuestros niños bajo la concepción de música popular?
 ·         Lo infantil, que conlleva a plantearnos concepciones de infancia; una concepción que ha cambiado a través del tiempo, no sólo en el ámbito pedagógico.
 ·         La Identidad Cultural.
 


Continúa explicando que la canción emerge como lo que es, “un hecho cultural”. Pero muchas veces la convertimos en una canción funcional, repetida a veces al descuido, con un tono enfático, “la lavamos de significación”. Por ejemplo el cambio de letra de “Aserrín Aserrán”, por el de “A guardar, a guardar”


Elisabeth desmitifica lo que se dice acerca de la duración de las canciones para niños, justifica diciendo que los niños tranquilamente pueden cantar canciones enteras de María Elena Walsh, o de cualquier artista del momento, motivo por el cual no es necesario buscar canciones cortas para llevárselas a los niños.


Otros interrogantes que plantea son: ¿Siempre tenemos que enseñar algo con la canción? ¿Y el cantar por cantar, y compartir? Ella dice que con estas preguntas comenzó a pensar en la música de su infancia. Esos tiempos tan disfrutados y compartidos que le parecía que los chicos necesitaban. Entonces recordó las rondas, los juegos, y comenzó a organizar su repertorio con la colaboración de las familias. Luego empezó a suceder algo que llama “apropiación del repertorio”, y se dio cuenta de que si no receptaban esas canciones era por cómo se las estaban presentando. Entonces apareció la “contextualización del repertorio”, esa construcción, reconstrucción y recreación significativa de los contextos de donde emergen las canciones, como hechos culturales. Empezaron a buscar informantes, convocaron a una empleada doméstica oriunda de Jujuy, a un portero, a una chica venezolana, etc. Y comenzó a suceder algo que tenía que pasar. Como maestros, el enriquecimiento de su propio aprendizaje sobre aspectos referidos a contextos culturales, (una información que no siempre la brinda el sistema de formación); la revalorización, en el ámbito escolar, de personas de la comunidad. Cuenta que ellos podían aportar un bagaje cultural desvalorizado hasta por ellos mismos.


Burba dice que podemos caer en errores muy grandes por desconocimiento de términos y de contexto. Da el ejemplo de un niño que le pregunta a su maestra qué era el lagar (término utilizado en una canción), a lo que la docente responde con una seguridad absoluta “es como un lago grande”. Utilizando este ejemplo dice que debemos tener mucho cuidado con estas cuestiones.


Luego da a conocer que realizó un trabajo llamado “El canto que la escuela se perdió”, todo el folclore de los años ’60 y los ’70 que por distintas razones sociopolíticas no ingresó a la escuela, pero que es riquísimo. Entonces recopiló cien canciones entre las que describen el paisaje, los oficios perdidos y canciones de cuna o de algunos personajes fuertes de la historia argentina. 

Cuenta que este trabajo presentado en congresos tuvo sus críticas. Algunos decían que los niños no podían cantarlo, que era muy difícil, etc. La autora afirma que es cierto que los niños no pueden cantar todo, pero considera que lo que no pueden cantar son aquellas canciones  que son pobres, con falta de riqueza poética o musical, o letras inapropiadas, con un fuerte contenido erótico.

Remarca el valor de la copla con la que se pueden hacer infinidad de cosas en el jardín. Además, habla de la importancia que tiene que las maestras de primeros grados sigan con un ratito de canciones de cuna, de descanso, que se articule el Jardín con la Primaria y no realicen un corte abrupto. 


Finaliza diciendo: “Sigamos cantando mucho, pero pensando qué, cómo y para qué” 


Y con esa calidez y ternura que transmite tanto al hablar como al cantar, comparte una frase que dice:Ahora voy a hablar del horizonte, no importa que sea lejos, importa saber adónde                                                                    

    Armando Tejada Gomez  


A continuación comienza a hablar el Chango Spasiuk (Misiones, Argentina)  músico y compositor; quien dice que las instituciones educativas miden todo a través de los resultados, pero que todo lo que tiene que ver con el arte no se puede medir, no se puede fragmentar ni se puede pensar. Porque es algo que impacta en el centro emocional de cada ser, entonces como educadores tenemos la responsabilidad de comprender esto, que el niño no es solamente un centro receptor de contenidos conceptuales e intelectuales, sino que es un ser y no solamente lo que nosotros decimos impregna en ellos sino también lo que nosotros sentimos, hacemos y pensamos. 


Sostiene que la música es abrir una puerta hacia otro lugar, y ese lugar  no es conceptual, sino un lugar de “saboreo”. Entonces dice que cuando nosotros nos relacionamos con los niños tenemos que pensar que ellos no están conceptualizando esas impresiones, sino simplemente las están saboreando; y posiblemente ese saboreo sea algo que les dure para toda la vida.Asegura que debemos replantearnos si nuestra mirada del mundo es pobre, o si somos rígidos, o  si somos flexibles, si todavía somos capaces de pensar el mundo de una manera diferente. Además debemos pensar ¿Cómo yo me relaciono con el arte? ¿Qué significa para mí la música, la pintura o la poesía? ¿Hasta dónde eso es parte de mi cotidianeidad? Porque si uno no tiene resuelto ese tipo de interrogantes, el niño va a percibirlo. 


El Chango afirma que en la dificultad está la posibilidad, que entre un mundo revuelto, lleno de basura, están la esperanza, el anhelo, el deseo de querer otra cosa. Y nosotros tenemos que profundizar en la sensibilidad.La música es una oportunidad de reflexión colectiva, y no solamente la música cantada, sino que en la música instrumental también hay un lenguaje. Da un ejemplo de una sala en la que la maestra puso un tema de Spasiuk, y los niños comenzaron a dibujar colores y diversas cosas, entonces explica que hay una sensibilidad que los niños interpretan perfectamente. 


Como adultos debemos romper con esa estructura de que el mundo es así, la institución me dice que es así, los libros me dicen que es así, y hay que hacer el intento de resignificar las cosas y permitirnos incorporar nuevos conocimientos, para mostrarle al niño que uno todavía tiene la capacidad de seguir aprendiendo absolutamente todo.Dice que si nosotros queremos que las cosas cambien, tenemos que pensar hasta dónde somos capaces de cambiar. 


Spasiuk sostiene que los niños, más allá de la música creada especialmente para ellos, pueden escuchar otras cosas como Beethoven, Mozart, porque tienen la capacidad de recibir todo tipo de música. Continúa diciendo que la música y la clase de arte son tan importantes para el niño como para el adulto, y si un niño es sensible, no va a salir a la calle a romper todo, sino que la sensibilidad va a hacer que conecten con el otro, que respeten al otro, y que salgan al mundo de otro modo.  




Quizás con el afán de contar el contenido de la conferencia, ya que me pareció muy interesante, perdí un poco las sensaciones que generaron en mí estas dos personas tan cálidas. Quiero contarles que a medida que avanzaba en sus explicaciones, Elízabeth Burba ejemplificaba el contenido cantando, generando una distención especial en la audiencia, y logrando una emoción absoluta. Por otro lado, el Chango Spasiuk nos hizo reflexionar desde la sensibilidad que transmitía con su palabra, logrando entre ambos un clima maravilloso para pensar y repensar cada tema tratado en la conferencia. 



Muchas gracias, y hasta la próxima entrada 


Marina